lunes, 14 de julio de 2014

Götze forja la cuarta estrella y viste de Káiser al Cristo de Corcovado.

Se acabó. Punto final. Alemania se corona en el país del 'jogo bonito', con un desenlace muy similar al de hace 4 años en Johannesburgo. Aquel día, fue Iniesta, hoy Götze. Aquel minuto glorioso fue el 116', hoy el 112'. Aquella noche Casillas alzaba la Copa del Mundo al cielo sudafricano, hoy Lahm la ha levantado al cielo de Río de Janeiro para ofrecérsela al Cristo del Corcovado.




La lesión de Khedira en el calentamiento obligó a Löw a modificar el once presentado ante la FIFA, para meter a Kramer de inicio. El partido empezó con ritmo, ambas selecciones se preocuparon de no conceder espacios sin dejar de mirar a la portería rival. La posesión pronto fue de los alemanes que por medio de Schweinsteiger intentaba sacar el balón jugado desde atrás. Pero esto no era el descalabro de Brasil. El 4-4-2 le funcionó a Sabella y la dupla Mascherano-Biglia junto con los dos centrales, Garay y Demichelis, abortaron cualquier jugada de tiki-taken por el medio. Todo el peligro de la Mannschaft llegó con el juego volcado a las bandas y por medio de acciones a balón parado. Varios centros de Lahm buscando las cabezas de Klose y Müller y un par de corners botados por Kroos, uno de ellos se saldó con un testarazo al palo de Höwedes, fue lo más destacado del lado germano.

Se le esperó, pero Leo nunca llegó
De contra, la albiceleste estuvo rápida en los contragolpes atacando las carencias de Alemania en las transiciones defensivas, con Messi y Lavezzi como protagonistas. Argentina insistió por banda derecha con un Höwedes un tanto desbordado. Pero las más claras llegaron de las botas de Gonzalo Higuaín. Un fallo clamoroso tras plantarse ante Neuer, y un gol anulado por fuera de juego. Mal, muy mal, desacertado el "Pipita". 

Con la reanudación, Argentina vivió sus mejores minutos, aceptó tener el balón y se sintió cómodo. Y con paciencia llegó a de Leo. Un buen pase de Biglia dejó al astro argentino en buena posición para cruzarla y batir a Neuer, pero la cruzó demasiado y el balón se perdió por línea de fondo. Entonces, Alemania reacciónó y le volvió la sonrisa a Merkel. Volvió la tónica de la primera parte, con dominio teutón y los argentinos agazapados, comandados por un imperial Mascherano.

El ingreso de Agüero por Lavezzi, difícil de entender por el partido del “Pocho”, no funcionó y Argentina perdió velocidad en el contragolpe. Schweinsteiger recibió por todos lados y acabó con una brecha en el pómulo. Neuer volvió a gustarse y ejerció de líbero. Excepcional Mundial del portero alemán que le ha valido para irse con el galardón del Guante de Oro. Palacio pudo convertirse en el héroe pero su sombrerito a Neuer no encontró portería. 0-0 y nos íbamos a la prórroga.

Ya en la prórroga, Schürrle obligó a Romero a intervenir despejando un disparo alto. Pero el cansancio hizo mella en ambas selecciones y los balones largos se convirtieron en protagonistas. Entonces, llegó EL MINUTO. Schürrle debordó por banda derecha puso un centro que mató Götze con el pecho, y de media volea con la zurda batió a Romero poniendo el 1-0 suficiente y definitivo. Messi tuvo la última pero la sacó del estadio.

  Götze, el héroe alemán
Cuarto título germano en la historia de los Mundiales, y primera vez que un europeo es campeón en tierra americana. Mérito de Löw, sus ayudantes y de toda esta generación de jugadores que dará muy probablemente alguna alegría más a su país.

Con Götze repartiendo Kalises por la playa de Copacabana despedimos este Mundial y arrancamos la cuenta atrás para Rusia 2018. España estará allí, muchas cosas habrán cambiado y la conquista de la segunda estrella volverá a despertar la ilusión de los españoles. ¡¡HASTA PRONTO MUNDIAL!!


La tetracampeona del Mundo
 La Mannschaft ya luce la cuarta estrella
¡¡Adiós Brasil!!

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