Bien es conocido el carácter de Paco Jémez en el ámbito futbolístico, y lo que no es futbolístico.
Todos sabemos y vemos como vive los partidos desde la banda, los ánimos que inyecta en los jugadores, las broncas en ocasiones incluso vehementes a alguno de ellos, y hasta los "caricias" que suele dedicar a los banquillos cuando algo no le gusta. Carácter que incluso algún jugador se ha atrevido a decir en tono jocoso que no difiere al e un sargento en toda regla.
Su método puede funcionar como está funcionando en el Rayo Vallecano desde hace 2 temporadas y media, o puede no funcionar pero, ¿es sano llevar un vestuario de esta forma?. De esto quería hablar en esta entrada, incluso lanzar un debate:
- ¿Puede funcionar un Club de Fútbol con las normas de una auténtica "mili"?.
Está claro que muchos dirán que sí, no hay más que ver al Rayo de Jémez y su trayectoria consiguiendo en su primer año la mejor campaña de su historia. A otros directamente les puede parecer de perogrullo el debate poniendo sobre la mesa números y estadísticas. Pero yo quiero ir más allá, y llegar al cómo se siente un jugador al ser sustituido en repetidas ocasiones a los 10, 15, 20, e incluso ¡7 minutos! (casos reales de Lass Bangoura o Anaitz Arbilla), por tener un error de bulto en un partido. Quisiera saber qué se le pasa por la cabeza a un jugador al ver que su equipo le deja en tierra y parten a jugar un partido sin él, por el hecho de retrasarse unos minutos.
No puedo dejar pasar otras cuestiones, por ejemplo, ¿puede afectar estas circunstancias al grupo?, ¿las comparten?, ¿pueden llegar a afectar a otros compañeros a la hora de renovar su contrato?.
Todas estas reflexiones inciden en el altercado del pasado fin de semana con el defensa central Senegalés, Abdoulaye Ba. Según el mismísmo Paco Jémez en rueda de prensa, "Abdou" llegó tarde a la concentración en la Ciudad Deportiva que partiría dirección Valencia para jugar en Mestalla. También quiso hacer hincapié de que no es la primera vez que le ocurre, y que por este motivo se quedó fuera de la convocatoria. Es más, declaró que ¡QUIERE DEVOLVERLO AL OPORTO!, su Club de procedencia, rompiendo así su contrato de cesión.
El Rayo Vallecano se va a reunir esta semana con el entrenador para intentar hacerle entrar en razón, apelando a que el Rayo no se puede permitir pagar la cantidad de la rescisión de su contrato, y deportivamente es el mejor central que tenemos en la plantilla. De momento, no ha entrado en la convocatoria de vuelta de la Copa del Rey contra el Valencia.
Rayistas, pónganse los cinturones que vienen curvas. ¿Nuevo caso Lass?, esperemos que NO.
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