El partido, correspondiente a la presentación del equipo de
Mestalla ante su afición con la celebración del Trofeo Naranja, se zanjó con la
victoria de un Valencia nuevo e ilusionante.
El equipo posando tras la entrega del Trofeo Naranja
Desde que el viernes se anunciara que Bankia y Lim habían
llegado a un acuerdo para que el magnate singapurense fuera el nuevo dueño del
club, la fiesta para el domingo en Mestalla estaba preparada. Las entradas se
agotaron ante una afición con ganas de ver a su equipo, el que esta temporada
sí la da ilusión en grandes dosis.
Tras una presentación, en la que Paco Alcácer fue sin
ninguna duda el más coreado por la hinchada che, llegaba un partido con mucha
expectación. La gente rugía con ganas por ver a su equipo, y así lo hizo
durante todo el encuentro.
Empezaba el fútbol y desde el inicio nos volvíamos a
encontrar con el equipo de Nuno bien plantado, un conjunto sólido y que
defiende bien, algo que hacia falta en el combinado de Mestalla. En ataque
llegaba una clara, una gran jugada de Rodrigo que entraba desde banda y pasaba
a través de dos defensas y su tiro, con muy poca fuerza, acababa en las manos
de Diego López. Pocas segundos después, un mal pase atrás de Zapata era
interceptado por un atento Alcácer que, un poco más lejos del medio campo, golpeaba
el balón a puerta y hacía el 1-0. Golazo de un listo Paco que se aprovecha del
error de la zaga y de un adelantado Diego López.
Valencia disfrutaba,
pero la igualada en el marcador no tardó demasiado. En el 25’, Keisuke
Honda golpeaba con precisión una falta lejos del área que acabaría entrando dando
al palo y directo a la red ante las quejas de Diego Alves. 1-1.
El equipo valencianista hoy venía dispuesto a demostrar sus
mejoras, en defensa se apreciaban y en ataque fue acusado la temporada pasada
de falta de mordiente y en el 36’ iba a aparecer, en una jugada similar a su
primer intento, uno de los nuevos fichajes del Valencia, Rodrigo. El hispanobrasileño
en el área se escurría entre dos defensas y lanzaba un
zurdazo que no alcanzaría a blocar el portero español del Milan. Era el 2-1 con
el que se llegaría al descanso. Los locales se sentían cómodos y la afición
acompañaba. Una armonía que esta llamada a sonar durante toda la temporada para
llevar a este equipo en volandas.
La segunda parte fue a menos. El Valencia se concentraba más
en su organización defensiva, aunque disponía de aperturas arriba, éstas no
llegaron a convertirse en gol. Feghouli, Rodrigo o De Paul fueron algunos de
los que dispusieron de estas ocasiones pero ninguno consiguió batir de nuevo la
portería del ex portero madridista.
El Milan fue el que
se lanzó a por el manejo del balón, con un ritmo más lento después de los
cambios para el Valencia, y aunque lo intentó se toparon con un equipo que esta
aprendiendo a solventar los partidos desde atrás y con un Yoel que en el 77’
sacaba una mano felina a un disparo de Essien.
El partido acababa 2-1, con una afición crecida y deseosa de
comenzar la nueva temporada, en la que aún esperan alguna sorpresa más en forma
de fichaje, y con un equipo que cada vez es más claro y pinta mejor.
Mustafi y Lucas Orbán se vistieron por primera vez la
elástica valencianista durante unos minutos en el encuentro disputado con el
Milan. El alemán dejó buenas sensaciones sobre el césped de Mestalla y la
pregunta es si Otamendi cambiará de pareja para el inicio de liga en el
Puzjuán.
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