martes, 28 de octubre de 2014

Tributo a un menospreciado. Gracias Franki.

Soy seguidor de Josep Guardiola, ahora como entrenador y antes como jugador, cómo no serlo siendo aficionado a esto de la pelota. Pep ha hecho que todos disfrutemos frente a la caja tonta, seamos hinchas del equipo que sea, lo intentemos ignorar o camuflar con el fanatismo sano de eterno rival o no, Guardiola hizo que su equipo quedara grabado en la historia con fuego, Guardiola en sí ya es Historia. Pero en esta ocasión, mi tributo va dirigido a un predecesor de Pep en el conjunto azulgrana.


A partir de aquí, a mí, como aficionado, me gustaría homenajear humildemente a la persona con la que, en mi apreciación, todo comenzó. Me encantaría recordar, tras su precaria retirada anunciada en marzo de este mismo año, al gran Franklin Edmundo Rijkaard


En la temporada 2003/2004, en cuyo verano recaló Rijkaard en Can Barça, la entidad blaugrana venía de pasar cinco años de absoluta sequía, con buenos jugadores como Kluivert, Rivaldo, Xavi, Riquelme, etcétera, y entrenadores reputados, como el hace escasos cinco meses tan aclamado y ahora no tanto, Louis Van Gaal.
Finales de los 90 y principios de los 2000 se recuerda, o al menos yo así lo recuerdo, como una de las peores épocas del Fútbol Club Barcelona en toda su historia, años en los que el equipo se paseaba sin estilo definido por campos rivales, competiciones europeas menores, e incluso su propio estadio, sufriendo cada fin de semana contra plantillas infinitamente inferiores en presupuesto y talento.
Aquel verano del 2003 llegó al banquillo, para sustituir al inquilino Radomir Antic (sucesor de Van Gaal y su legado), Frank Rijkaard. Entrenador cuya reputación fundamentalmente le era medida como gran medio centro que fue, y que como entrenador, cuando fichó, venía de dirigir a un mediocre holandés como es el humilde Sparta de Rotterdam, siendo su trayectoria anterior escasa. En síntesis, un riesgo asumido por la nueva directiva del Club.
Los primeros cinco meses en el banquillo azulgrana no fueron sencillos, pero finalmente, con un evidente punto de inflexión en la Navidad de aquel año, tras la adaptación, y con la llegada de su compatriota Edgar Davids, que encajó a la perfección en su novedoso sistema como "guardaespaldas" del reinventado Xavi, todo comenzó a fluir, remontando en resultados, mejorando en juego, definiendo estilo, siendo aquel inicio del año 2004, el comienzo de una nueva era blaugrana, la cual se alarga hasta el presente día y de cuyas ideas se han ido aprovechando para bien los posteriores entrenadores, consiguiendo entre todos la década más laureada de la entidad catalana. 
Rikjaard permaneció cinco años en el club, rompiendo su sequía y consiguiendo múltiples títulos, a destacar dos Ligas y sobre todo la tan ansiada Champions League, la segunda, la que rompió la maldición que el club parecía arrastrar en esta competición.
Pero lejos de alabar el talento de Rikjaard únicamente por la consecución de títulos (también necesarios, claro), desde aquí destacaré sus virtudes y algunos de sus muchos méritos, que hoy parecen estar olvidados, velados por el embrujo del cenit alcanzado por el FCB de Guardiola.
Rikjaard fue un entrenador que decidió apostar total y apasionadamente por un fútbol vistoso, propio de la escuela holandesa, fútbol de posesión (no tan extrema como la de Guardiola) y dominio de los 90 minutos, siendo vertical en las bandas e incisivo de cara a gol.
Su personalidad; hombre sereno, simpático, dialogador con sus jugadores, humilde y sincero (que hoy es difícil) ante la prensa, transparente y veraz, hace pensar que durante sus cinco años, el que más y el que menos de sus futbolistas, supo el papel que le tocaba desempeñar y estuvo cómodo con todo el cuerpo técnico (también Ten Cate, Eusebio y Unzué), generando un palpable buen ambiente en la plantilla que se reflejó siempre sobre el terreno de juego.
Hoy parece que el sistema de juego 4-3-3 con medio centró atrasado único y dos medias puntas/interiores, el tipo usado la mayoría de las veces por Guardiola y por gran cantidad de entrenadores en el Mundo, es un sistema explotado desde siempre. La realidad es otra, el pasado a menudo parece difuso y se mezcla con lo actual, pero fue el gran Frank Rijkaard el principal valedor de esa idea de juego, la cual no fue sencilla de encontrar y asentar. Con él, ese sistema táctico arriesgado defensivamente, se consolidó en Europa, dio títulos y es imitado, con razón, por múltiples técnicos hasta la actualidad.
Para consolidar ese estilo de juego Franki tuvo que imaginar, que inventar, y su ingenio le hizo pensar en una nueva posición que explotara un enorme talento que, hasta ese momento, parecía ser únicamente un complemento de plantilla, decidió adelantar la posición de uno de sus medio centros de creación, apostó por reubicar y dar todos los galones a Xavi Hernández. Ahí es nada.

Con él, con Xavi, con su nueva posición más cerca de los delanteros, participando en la creación y en el último pase, no sólo en lo primero, se consolidó, ya en la segunda temporada de Frank (2005), todo un estilo, todo un sistema, toda una novedosa idea de juego, de control y ataque total. Y para ello, hubo una pieza fundamental en el puzzle, el entrenador.
Decidió adelantar a Xavi y blindarlo, primeramente, con Edgar Davids a su lado, dando solidez a la zona media, imprimiendo consistencia a un sistema tan arriesgado como ese, donde el medio centro único atrasado ( a veces Motta, a veces Márquez o Edmilson) quedaba expuesto en multitud de ocasiones a las contras rivales, y donde la defensa se vería debilitada de no haber una correcta presión y una adecuada recuperación tras pérdida en toda la zona centro. Con el experimentado y siempre luchador Davids en la primera temporada, y unos excelsos Deco e Iniesta en las restantes (ya consolidada la idea), unos jóvenes recién revalorados por él, Xavi y un Don nadie abajo citado, una correcta sicología y método y las pertinentes dosis de fortuna siempre necesarias, Rijkaard logró imponer su idea, consiguió, aunque ya parezca olvidado, dejar huella.
Ronaldinho Gaucho, la sonrisa del fútbol, recaló en las filas azulgrana el mismo año que el mister. Hoy nos parece que Ronnie nació con ese talento y que nadie se encargó de enseñarle a focalizarlo y aprovecharlo, pero cabe recordar que Ronaldinho venía de pasar varios años en PSG, demostrando detalles técnicos evidentes, pero no siendo en absoluto el líder indiscutible y consolidado del equipo francés de Luis Fernández, palpándose, como tantas otras veces visto, de seguir esa derrota, el pronto desperdició de un talento desbordante.
Pero para su suerte vino a apostar por fichar por la entidad blaugrana, por querer crecer junto a Frank Rikjaard, y el brasileño debe gran parte de lo que es, y fue, a él, así como todos nosotros, los aficionados, les debemos una enorme cantidad de ilusiones, de sueños, a ambos. 

Rikjaard confió en Ronaldinho desde el primer momento, cuando las cosas no salían aún bien, lo ubicó en cualquier zona de ataque, a menudo tras el delantero, respondiendo bien el de la Canarinha, pero no llegando a estabilizar su juego.
Con las citadas llegadas de Davids (y  posteriormente Deco) y la reconversión de Xavi y el sistema, Rijkaard decidió apostar por escorar un poco a la izquierda a Ronaldinho, con el fin de que tuviera libertad para el regate, para expresar su magia a pierna cambiada, dejándole libertad para que bajará a recibir y conectara con el ataque.
La primera temporada (2003/2004) se finalizó segundo, pero con las buenas sensaciones descritas, siendo el segundo de los años (2004/2005), con la llegada de Eto,o, Giuly, Deco y Edmilson, piezas fundamentales en el nuevo 4-3-3, donde el sistema quedó perfectamente definido, Ronaldinho claramente ubicado y se consiguió el primero de los títulos, el de Liga, y la consolidación de la idea general de juego.
Podría extenderme en méritos del holandés para escribir un pergamino kilométrico, pero creo que como homenaje, además de destacar lo anterior: que fue el iniciador de la mejor era blaugrana y posiblemente futbolística de la Historia, que tuvo la virtud de consolidar un nuevo sistema (4-3-3, pivote único y dos medias puntas) de control total y presión a todo el campo, de exprimir el talento de, posiblemente, el mejor medio centro que ha existido (Xavi) y de explotar y encauzar los virtudes de quien, a mí, me ha hecho pasar los tres mejores años frente a un televisor (Ronaldinho), sólo quiero puntualizar un último aspecto.
En las canteras, talentos hay muchos, a raudales, infinidad de piedras preciosas sin pulir. Hay que tener ojo, pero sobre todo, agallas, valor y sabiduría de por quién apostar, para, en un equipo que funciona a la mil maravillas, donde el ataque es una  apisonadora y todo va rodado, decir; este chico, éste es el mejor canterano, sí, pero conmigo va a tener la posibilidad de serlo en el primer equipo, la opción de demostrarlo al Mundo.
Frank Rijkaard fue quien dijo: Messi, te vienes con nosotros. Y vienes para jugar, hazlo como sabes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario