El Eibar que venia de dar muy buena imagen en el Calderón y ganando en la primera jornada en casa frente a la Real Sociedad con un golazo de Javi Lara se enfrentaba a un Deportivo renovado, con muchas caras nuevas y que en el último encuentro de liga consiguió un punto en el descuento desde los once metros.
Los de Víctor Fernández consiguieron sacar tres puntos importantes en un campo muy complicado donde los balones aéreos y directos son la tónica de todo el partido.
El Deportivo consiguió la primera victoria de esta temporada
gracias a un gran arranque de partido en Ipurúa y al esfuerzo para intentar
controlar el encuentro con el marcador a favor desde el minuto 13 tras el gol
de Juan Domínguez. Después de 15 días sin competición, y con un calendario
intenso por delante, el Dépor regresa del País Vasco con cuatro puntos en la
clasificación y como noveno de la Liga BBVA.
Para lograrla Víctor Fernández dispuso un once en el que
tres de las cuatro últimas incorporaciones: Sidnei, Juanfran y Postiga formaron
en el equipo inicial.
El Deportivo empezó el choque tremendamente enchufado,
presionando muy arriba, con la posesión del balón y llegando al área local.
Esta actitud se vio reflejada en los cuatro córners prácticamente consecutivos
lanzados sobre la portería de Irureta. Ninguno de ellos tuvo peligro claro pero
sí fueron la antesala de un par de buenas llegadas por banda derecha gracias a
la movilidad y el desborde de Juanfran. La segunda además tuvo premio porque la
gran jugada del interior blanquiazul, ganando línea de fondo, le permitió
centrar buscando el remate de Postiga. El portugués solo pudo tocar levemente
mientras reclamaba penalti, pero el balón le quedó muerto en los pies a Juan
Domínguez, que no dudó en fusilar desde la frontal del área pequeña para anotar
el primero del Deportivo en el minuto 13.
El choque continuó por los mismos derroteros durante algún
rato más, pero poco a poco el Eibar se fue haciendo con el control del balón y
al Dépor cada vez le costó más tener continuidad en la posesión. Los
blanquiazules se fueron atrás para tratar de defender las acometidas del equipo
de Garitano y las ocasiones de los locales comenzaron a llegar. Ninguna de
ellas acabó con remate entre los tres palos pero los balones colgados y algún
disparo desviado incomodaron a los deportivistas que tuvieron que recurrir al
juego duro para cortar alguna acción, lo que hizo que Cavaleiro y Medunjanin
acabasen amonestados la primera parte.
El Eibar también se aplicó con más intensidad de la
permitida y el partido se fue al descanso entre faltas por ambos bandos y el
intento del Deportivo de recuperar las sensaciones de los primeros minutos del
partido.
La reanudación comenzó, como una hora antes, con una gran
jugada de Medunjanin, pase al hueco y un centro que a punto estuvo de ser
introducido en propia puerta por el Eibar. De nuevo los córners protagonizaron
los primeros minutos. La respuesta llegó por parte del Eibar en un disparo tras
jugada individual del recién ingresado Dani Nieto que sacó bien Lux con mano
derecha. Y un minuto después estrellando el balón en el lateral de la red de la
portería deportivista. El ex jugador del Barça B revolucionó el choque en la
segunda parte y otro ex blaugrana, Isaac Cuenca, fue la apuesta del Dépor para
tratar de hacer lo mismo en área contraria. Cavaleiro, que se vació en los casi
60 minutos que estuvo sobre el campo, fue el que dejó su sitio al catalán. El
Deportivo apenas volvió a llegar al área del Eibar pero supo controlar todas
las acometidas del conjunto vasco.
Para aumentar ese control, Víctor Fernández apostó por dar
entrada a José Rodriguez y en los últimos minutos a Canella para recuperar el
oxígeno que Juanfran ya había perdido instantes antes. En el desenlace Lux solo
tuvo que blocar un disparo lejano del conjunto armero mientras sus compañeros
de la zaga y el centro del campo se afanaban en evitar las contadas ocasiones
de las que dispusieron los locales.
El Deportivo supo manejar con veteranía los últimos minutos
para que el partido se acercase al pitido final sin apenas juego para asegurar
los tres primeros puntos, importantísimos por tratarse además de un campo
especialmente complicado por sus características y ante un rival de los que va
a estar luchando por el objetivo de la permanencia.
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